Los maestros de la ley o “Escribas “son “doctores” que sabían mucho de la religión judía y de sus leyes. Se formaban en escuelas. La primera, la más famosa e importante, era la de Jerusalén.
Su saber los colocaba en los puestos más importantes de la enseñanza, de la administración y de la justicia.
Un saber que los lleva al poder. Confunden el conocimiento de la doctrina con el conocimiento de Dios. Se creían superiores y el orgullo y la soberbia les hacía exigir del pueblo:
Lucas 10:21
“Yo te bendigo, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes y se las has mostrado a los pequeñitos.”
Mateo 19:21
“Si quieres llegar a la perfección, anda, vende todo lo que posees y dáselo a los pobres”.
Juan 15:21
“Mi mandamiento es este: Ámense unos a otros, como yo los he amado”.
Marcos 2:27
“El sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el sábado”.
“Cuida, pues, que la luz que hay en ti no se vuelva oscuridad. Si todo tu cuerpo se abre a la luz y no queda en Él algo oscuro, todo en ti será pena luz, como cuando las lámpara te ilumina”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario